Acabar con el sinhogarismo: un objetivo posible
Hablar de las personas sin hogar, no suele dejar a nadie indiferente. Existe una parte de la población que se ha hecho eco de los estereotipos, los mitos y los prejuicios hacia este colectivo de personas que viven una situación de especial vulnerabilidad haciendo cada vez más fuerte el discurso del odio. Suelen considerar que las personas que viven en la calle son inactivas, descuidadas, drogadictas o alcohólicas. No quieren trabajar, molestan, ensucian las calles, desprestigian nuestras ciudades, quieren vivir de los impuestos o de la caridad, en fin…no tienen remedio y suponen un problema de imagen y de convivencia social.