El episodio se suma a una serie de actos vandálicos y xenófobos recibidos en los últimos meses y que van dirigidos en contra de los niños y niñas extranjeros no acompañados que viven en el Centro.
La Red Madrileña de Lucha contra la Pobreza (EAPN MADRID) condena enérgicamente el ataque recibido por el Centro de primera acogida de menores extranjeros de Hortaleza en Madrid, en el que se ha lanzado desde el exterior un artefacto explosivo, al parecer una granada de mano de entrenamiento. Los hechos ocurrieron este miércoles cuando la policía nacional recibió un aviso de bomba desde el Centro. El episodio se suma a una serie de actos vandálicos y xenófobos recibidos en los últimos meses y que van dirigidos en contra de los niños y niñas extranjeros no acompañados que viven en el Centro.
La presidenta de EAPN MADRID, Lola Maraver, pide a las autoridades que den una respuesta urgente a este tipo de situaciones y que tomen las medidas necesarias para paliar el aumento de los delitos de odio. “Debemos proteger a los menores extranjeros no acompañados de cualquier tipo de violencia porque, independientemente de su situación administrativa o su procedencia, primero son niños y niñas”.
Asimismo, Maraver pide que se investigue este último hecho hasta llegar a los responsables. “Es intolerable que los niños, niñas y jóvenes que viven en el Centro bajo la tutela de las administraciones públicas sean el blanco de ataques xenófobos y pido que no se tomen medidas urgentes, incluido el apoyo de la unidad de delitos del odio de la policía municipal, para impedir que estas acciones se repitan”. Maraver también ha reconocido el trabajo de los efectivos de la Policía Nacional, en especial de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) por su rápida y efectiva actuación.
Desde EAPN MADRID mostramos nuestro más enérgico rechazo a los discursos racistas y xenófobos de algunos responsables políticos. En la línea del respeto y el ejercicio de los derechos de los menores extranjeros no acompañados, pedimos el cese y rechazo explícito de este tipo de mensajes y una mayor implicación y compromiso para encontrar una solución a los problemas que desde hace años se viene denunciando sobre la situación precaria del Centro y la exclusión social que viven los niños y las niñas.